lunes, 27 de septiembre de 2010

Pas a pas


Dejo mis miedos atrás y en este verso  me quemo los labios, así, tal cual. Que lo de cambiar de vida nunca se me dio del todo mal, cierro los ojos, aprieto las manos y ya está. He dejado de escuchar, que no de soñar, aquellas cosas que me alejaban de mi realidad. Los días, el cielo de esta ciudad, o quizás las mil excusas que no paraba de inventar me impedían alzar la mirada, ir más allá…  pero hoy caduca mi ultimátum,  prescribió aquello de andar sin avanzar y el corazón, además, exigía vacaciones.  No me importa tropezar, siempre que sea con mis pies.  Ya resucitaré cuando tenga un rato. Todo está de mi parte, concatenación de millones de estrellas ilustrando un camino, ese de senda estrecha (no necesito más) repleto con avisos de circulación ignorando aún la suerte que correrán.  Sin duda, hay tantas realidades como maneras de vivirlas, pero empiezo a diferenciar el carnaval de la realidad. 

Hoy, en mi camino, un paso más.

martes, 21 de septiembre de 2010

Bienvenida


Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan sólo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
como te pienso y te enumero


despues de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio
tú nostalgias
y como me revienta que él nostalgie

tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros

no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza

sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.



***
Hábitos que se tornan vitales. Benedetti, uno de ellos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Herejía levantina


   Podría escribir sobre la dificultad de concebir el sueño en camas nuevas y ajenas,  sobre los días de verano con sus segundos fraccionados en infinitos pedazos, podría hacerlo también acerca del chute de incertidumbre e independencia que me ofrece Valencia, o de los amigos, confidencias y risas entre cervezas que atrás dejas. Y cuánto tiempo podría perder hablándote de mi forma de entregarme "en cuerpo y alma", de cuando juego al despiste y creo que los demás también observan y comprenden con mis anteojos, o de esta tonta necesidad que me pierde, sí, aquello de ir siempre a más.

    Bien, ahora cierra los ojos, imagina un diminuto recipiente con tinta de un sólo color en su interior esperando ansiadamente que una pluma revestida de frágil sutileza mezcle en él colores aún por inventar. De verdad que es bestial cuando el estilo te empapa de energía y vitalidad, pero qué pena e impotencia cuando tintas de turbia honestidad y sinceridad entran en un tintero de cristal. ¿Qué podríamos esperar de tal revuelo? Supongo que es mi forma de explicarte mi particular y actual herejía en el tintero...

viernes, 10 de septiembre de 2010

COMPLICIDAD
- Primer Acto -

Agitando cualquier tipo de intelecto, perturbando mi entendimiento... Fue como despertarse palpando los placenteros y candentes primerísimos rayos de sol, como el humo de un pitillo bailando en mis pulmones a ritmo de blues y jazz, como ese aire caliente que se torna  brisa fresca, como el gustazo  de tener verde por moqueta y como techo estrellas, vivir a destiempo apoyado en la barra de un bar mientras Pink Floyd confiesa eso de “wish you were here”…


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Respirando


   A veces me pasa que ando perdida buscando soluciones a todos mis días. Esta absurda manía, añadida a lo mal que siempre se me dio lo de contar ovejitas,  hace que siga huyendo de la cotidianidad y me ponga a reflexionar.

   Me gustaban  las tardes de domingo con sabor a chocolate blanco, enroscar  la cinta  del casete, poner la cara A y olvidarme de la B.  Me gustaban las pesetas,  mi verdinegra y arcaica bicicleta. Me gustaba el “Yo, de mayor…”,  los “PA” con positivo, los días de campo, las cabañas de madera...

    Me gusta la honestidad, caminar por calles sin rumbo ni identidad. Me gusta fijarme en los pequeños detalles, los amaneceres por sorpresa en soportales. Me gusta la buena compañía, el momento en el que el silencio se torna cómodo. Me gusta la Gente sin miedo a tropezar,  las tardes y reflexiones de café, una buena peli, la amistad y los tentempiés.

   Me gustaría tener siempre algo que admirar, seguir entregándome en cuerpo y alma en la ardua tarea de respirar. 

domingo, 5 de septiembre de 2010

Aseando el alma


   Mi costumbre de pastar fuera de la manada podrá resultarte algo incoherente, incluso insultante, pero es que me niego a coronar tallas mientras otros se coronan los bolsillos. Aprendí pronto, o quizás tarde comparándolo a otras materias, a no ser desleal a mi conciencia.

   Mientras tú hablas de demonios y fantasmas, mi mente anda extraviada en tierras salvajes y herejes, por suerte para mí. Profecías no cumplidas, me resulta tan incomprensible este laberinto... Voy sumando casualidades, pero sin perder mi ritmo, cumpliendo mis planes, rutas llenas de incertezas que no pienso postergar. 

   Comparto esa ingratitud consustancial al hecho de estar vivos, es por eso que intento siempre brindar a cada instante el homenaje que se merece, tú con tu vino, yo con el mío. Si aún así recriminas mi deslealtad por buscar y no encontrar en el sacrificio nada que se asemeje a un acto de honor, te hablaré de mis ganas de reprobar tu postulado, ese que afirma que en la pobreza terrenal hallaremos el paraíso infinito. ¡Están de suerte los negritos!

   No me esfuerzo más, mi moralidad yacerá tranquila a sabiendas que algunos habréis hecho de estas líneas todo un sacrilegio, con otros quizás encuentre algo de benevolencia o comprensión... tampoco era mi intención.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Carta a una ciudad


     Tampoco las despedidas se hicieron pensando en mí.  Confieso mi adicción por explorar y recorrer nuevos senderos, también aquello de caer abriendo círculos cerrados.
De ambición y egocentrismo se envicia el que se cree imprescindible e irremplazable, es por eso que yo, una vez asumida mi existencia como algo efímero y no vital para los demás, echo a andar. Por si acaso sollozaras, te queda el consuelo de saber que mis baúles, aquellos que tú llenaste, no están condenados a ser enterrados y sepultados. 

     Conoces mi afición, casi ritual con tintes maníacos, de no deshacer nunca la maleta. Siempre me abrumó la sensación de pertenencia. Que sólo la cierro para ir a otro lugar, la abro y  la lleno aún más. También sabes de mi frialdad, esa con la que intento revestirme, pero que, una vez más, se ha fundido con tu abrazo de bienvenida… ¡había olvidado esa fuerte sensación de ardor! Tú, sin embargo, en poco o en nada has cambiado, sigues igual de sonriente y viva, tal como te dejé. 

    Llegó el momento, despedidas a pie de arcén,  Ray Ban que ocultan mis flaquezas y otro abrazo, pero de los de verdad, de esos negados a dar cobijo a un adiós, pues de antemano saben que volverás. Ahora, permíteme que llene mi maleta un poco más, yo a cambio te prometo no deshacerla, que cuando menos te lo esperes estoy de vuelta.

miércoles, 1 de septiembre de 2010


Siempre lo supe, las ligaduras de unión no estaban hechas para mí, me suelo cansar siempre antes de llegar al final.  Yo soy más de las de fraseo, sobretodo cuando se trata de una semicorchea, tan débil, tan indefensa, tan corta, pero qué gusto da tocarla y saber que su vibración permanecerá en el aire durante una milésima de segundo más. Lo justo, no más. Y es que dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y tienen algo de razón, pues no encontré aún algún Da Capo que provocara un amago de sonrisa en mi interior al saber que volvería al principio, sí, principio, esta vez nada novedoso, pues no hay peor cosa que saber de antemano donde te encontrarás ese Crescendo o  Decrescendo que tanto te sorprendió la primera vez, y es un problema, pues de segundas siempre salen tan perfectos… y es que yo prefiero la improvisación, el echar andar sin saber lo que te encontrarás. Sostenidos y bemoles entregados al máximo, sin temer a ningún becuadro. Normas claras y establecidas, aunque, lo siento, pero el Tempo es algo que para mí reservo.