Madrid se hiela y me pilla desprevenida,
con mi peor ropa
interior.
Cómo te cuento de mis noches,
del humo y de las rimas esnifadas…
que te olvido con el despertador y
que tengo prisa por
enamorarme
un par de veces al día para
llegar derrotada a la cama y
decirte
“tú ganas”
Por si te da por aparecer,
estaré en el culo del
vaso del ron más barato,
en el colchón de cualquier cuerpo sin esperanzas,
en el primer metro que regrese al alba.
No prometo la manzana pero,
ven.
Me sobraron besos
que olvidé darte.