Dulce adicción
de dos cucharadas y media,
no más.
Atraviesas mi garganta
devastando a conciencia
los cortafuegos de mi cuerpo.
Sobra la ropa,
induces al desnudo.
Sobra la gente.
Solos tú y yo
divisando gigantes de cuatro aspas
en pardas lomas castellanas.
Tu soluble elixir aún en mi paladar
cuando ya tengo ganas de más.
***
- Fotografía: Una vez más, Bresson.
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