miércoles, 23 de marzo de 2011


Yo quería apasionarme por algo tanto como la gente
se apasionaba por esas plantas, pero eso no va conmigo.
Supongo que sí tengo una pasión confesable: quiero saber
lo que se experimenta al sentir tanta pasión por algo.
La mayoría de la gente anhela algo tan extraordinario,
algo tan estimulante, que arriesgan todo por ese deseo.
Muy pocos harían algo. Es muy fuerte y enajenante
estar junto a alguien tan lleno de vida.
Hay demasiadas ideas, cosas y gente,
demasiadas direcciones que tomar.
Empiezo a pensar que la razón por la que
es tan importante apasionarse por algo,
es que de esa forma se esculpe al mundo
a un tamaño más asequible.
La vida parece estar llena de cosas similares a las Orquídeas,
fascinantes para la mente, cautivadoras para el corazón,
pero un poco fantásticas, efímeras e inalcanzables...
El mundo entero en una flor.
***
Fragmento de: "El ladrón de Orquídeas"

3 comentarios:

  1. Que tino, justo ayer vi esa película.
    Admito que todas las películas de Kaufman me llegan. O al menos casi todas me han hecho llorar, y eso no es sencillo.
    Si no la has visto, te recomiendo la de Synecdoche, New York.

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  2. Muchas gracias por la recomendación, aún no la he visto, pero no tardaré. Un saludo!

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  3. En una FLOR el mundo entero. Hermoso texto, aunque a mi lo de la pasión nunca me ha llevado por buen camino. Es un placer pasar por tu espacio y saludarte Laura.

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