lunes, 7 de marzo de 2011

Sobre el momento adecuado...



Tuve la necesidad de hacerlo en el mismo momento que atravesé la puerta. Las cafeterías no deberían seguir llamándose así, no sin humo. Me pierdo y soy consciente de ello. También de todas aquellas vicisitudes que impregnan este ambiente y que invitan a formar parte de él. El café se enfría, Dulce Chacón y su voz dormida aguarda.
¿Qué estoy haciendo?, ¿Hotel Antequera Golf?, ni siquiera el bolígrafo es el adecuado. Apuesto que si afinara el oído obtendría algo más interesante que el murmullo de los asistentes a “Universidad a los sesenta y cinco” (Sesenta y siete a partir de ahora. Gracias ZP). Tan solo quería hacer algo de tiempo, espabilarme con un carajillo para que no puedan acusarme de las continuas evasiones a mi isla bajo el mar. 

(PAUSA: chica de la limpieza me invita, más bien obliga, a cambiar de mesa. Este lado de la cafetería lo cierran).

No es el momento, no es el lugar. No hay ingenio ni creatividad, incluso todos parecen haber hecho un pacto para impedirlo bajo todos los medios, sin embargo, aquí está.

***
El ser humano, siempre anteponiendo pretextos que impiden ver que cualquier momento puede ser el adecuado.


1 comentario:

  1. Es verdad, se perdió el humo, se perdió la esencia...

    Me has dado una idea para escribir!

    Genial entrada, como todas, como tantas otras que escribirás.

    Y yo te seguiré de cerca, actualizando tu página cada día, buscando algo nuevo.

    Gracias!

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