Supongo que,
al igual que la miopía, debía tratarse.
Si no, volverían las prolongaciones de
manos, huesos y alma.
El baúl de los desastres,
mi norte, quizás tu sur.
mi norte, quizás tu sur.
Tocaría
reinventarme cada mañana,
de nuevo
sombra y nieve en el quicio.
Otra vez partir el bloque en
dos,
echar a suertes héroes y villanos
Todo para acabar encomendada a un sol que
deslumbra y
muestra la ridiculez abrumadora de todo lo que no existe.
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